¡Hola! Me llamo Jaime y soy yo el diseñador de verdad.
Sí, este soy yo. Bueno… posiblemente, si nos viésemos ahora, verías a un chico moreno, con barba y tatuajes. Pero en realidad, este de la foto es el jefe, el GOAT, el que diseña. El que pone el cora y busca experimentar y jugar en cada proyecto. Ese es el verdadero diseñador.
Sí, esta es la foto de la orla
Este niño que ves nació y creció en Alcoy (Alicante). Se sacó la ESO, Bachillerato, una diplomatura y un grado superior en diseño gráfico, que no es moco de pavo. Su amor por el diseño lo llevó a crear sus primeros proyectos, diríamos que con poca paciencia pero eso sí, con mucha dedicación.
El diseño debe emocionar, de lo contrario no sirve.
Hizo las prácticas como diseñador UX/UI (eso de la experiencia de usuario e interfaz) y continuó en una empresa de desarrollo web, donde se inchó a hablar con clientes, haciendo fotos y subiendo contenido web. Vamos que se empapó de todos los procesos multimedia habidos y por haber, desde el trato con la gente hasta la experiencia digital.
El diseño es un idioma que solo entiende los sentidos.
La vida es un pañuelo, y aunque arrancó en el diseño multimedia, terminó metido en el mundo de la preimpresión: eso de crear planchas para offset, impresión digital y sobretodo, flexografía. Afinó su sentido arácnido diseñil y se convirtió en un obseso del detalle técnico, creando diseños frescos para productos como servilletas, manteles, vasos reciclables, packaging y take-away. ¿Te has parado a pensar alguna vez quién diseña esos dibujitos cuando te sientas a comer? Pues sí, uno como yo.
También desarrolló potentes marcas para diferentes empresas, creando toda la identidad corporativa: logotipos, sistemas visuales, catálogos, fotografía de producto, newsletters, redes sociales, campañas… Aprendió a ser versátil dentro del exigente mundo empresarial. Sus pasos le llevaron a currar en empresas grandes, aplicando el diseño con visión estratégica: desde propuestas para ferias y eventos, hasta el diseño de landings y contenido para redes.
¿Por qué esperar?
Aquí puedes ver ya mi trabajo.
Si me preguntaran, diría que soy el diseñador más joven que ha existido y no, no es por que tenga síndrome de Peter Pan. No por mi edad (que ya tengo la mía), sino por lo que me puede llegar a hacer sentir un buen proyecto. El diseño me permite crear mundos imaginándolos como un ecosistema vivo. Una manera de expresarme y comunicar algo de manera visual teniendo en cuenta todo lo que lo rodea. Las emociones se convierten en conceptos y justo ahí, me siento realmente feliz.
Cuéntame que necesitas.
Ya te he hablado de mi. Ahora me encantaría saber de tí.